Marruecos es un país fascinante que ofrece una gran variedad de experiencias a los viajeros. Desde sus ciudades imperiales llenas de historia y cultura, hasta sus paisajes naturales de montañas, desiertos y playas. Marruecos tiene algo para todos los gustos y presupuestos. En nuestro viaje a Marruecos decidimos incluir un poco de todo y realizar una ruta con inicio en Tanger pasando por varios emplazamientos imperdibles como Chefchaouen, Ait Ben Haddou, el Valle de Dades o el desierto de Merzouga, así como también por grandes ciudades como Fez o la capital Marrakech.
Marruecos es un país de contrastes que nos ha gustado mucho y que tenemos ganas de volver a visitar más pronto que tarde, ya que sus posibilidades son inmensas. Esperamos pronto poder volver y ampliar nuestro conocimiento del país y visitar otras zonas y ciudades. Te dejamos con la ruta que hicimos en nuestra primera experiencia en el país:
DIA 1: Barcelona – Meknes
Inicio de viaje en Tanger, visita a Chefchaouen y llegada a Meknes por la noche
Nuestra aventura por Marruecos comienza con la fresca brisa matutina en el aeropuerto de Tánger. Es diciembre y hace frío :P. Tras recoger nuestro coche de alquiler, nos dirigimos hacia la ciudad azul del norte de Marruecos: Chefchaouen.
La ciudad nos recibe con sus tonos azules y calles empedradas, un espectáculo para la vista. Vamos un poco sin rumbo fijo, callejeando y impregnándonos de esta curiosa y bonita ciudad. En nuestro camino nos cruzamos con la Plaza Uta-El-Hamman. Una gran plaza en el corazón de la ciudad y perfecta para hacer una parada y contemplarla. Otro punt destacado es la Plaza el Hauta, más pequeña pero quizás más auténtica que la primera y donde podemos observar el bullicio de los locales.
Además de las dos plazas, también recorremos la icónica Puerta de entrada Bab El Ain, que nos introduce a la historia de Chefchaouen, la Gran Mezquita que nos espera con su minarete octogonal, una rareza en la arquitectura islámica; y los Lavaderos Ras-el-Ma que nos ofrecen un momento de tranquilidad con el sonido del agua corriendo. Finalmente, ascendemos al mirador de Bouzafar para una vista panorámica inolvidable de la ciudad.
Para el almuerzo, nos deleitamos con los sabores locales en el Restaurante Sofia, donde cada plato cuenta una historia de tradición y sabor. Por la tarde, nos despedimos de Chefchaouen y tomamos la carretera hacia Meknes. El viaje es una oportunidad para reflexionar sobre las maravillas vistas y las que están por venir. Al llegar a Meknes, la ciudad imperial nos recibe con su majestuosidad, justo a tiempo para una rica cena en el Restaurante Ya Hala antes de retirarnos a descansar tras un buen inicio de viaje.
DIA 2: Meknes – Fez
Visita a Meknes y llegada a Fez al atardecer
Despertamos en Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, envueltos en la tranquilidad de su historia milenaria. Tenemos toda la mañana para descubrir la ciudad así que vamos a ello!
La mañana la dedicamos a vagar por las calles de Meknes, donde cada paso nos lleva a través de siglos de historia. La Puerta Bab Al Mansour, una maravilla arquitectónica adornada con azulejos verdes y grabados que da la bienvenida a la medina. Es imposible no detenerse y admirar su grandeza ya que precisamente es la puerta más grande de Marruecos. Actualmente está cerrada y la entrada a la medina es por una zona lateral.
En medio día hay tiempo suficiente para visitar lo más relevante de la ciudad. Así que tras almorzar y reponer fuerzas nos embarcamos en nuestra ruta en coche hacia Fez, destino final del día de hoy, que se encuentra más o menos a 1 hora de camino. Llegamos por la tarde a Fez y tras acomodarnos en el hotel decidimos aparcar el coche hasta mañana y coger un taxi para llegar a la medina. Es complicadísimo aparcar cerca de la medina así que preferimos coger un transporte alternativo. Nos da tiempo a dar un paseo por la medina de Fez, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el corazón palpitante de la ciudad, que nos lleva a través de callejones estrechos y zocos bulliciosos.
Para cenar, fuimos al Restaurante Al Oud, donde disfrutamos de una deliciosa cena marroquí. El ambiente era acogedor y la comida estaba deliciosa. Solo hay 3 o 4 mesas pero si tenéis la oportunidad es un restaurante super recomendable.
DIA 3: Fez
Despertamos en Fez y nuestro objetivo de hoy es adentrarnos en la ciudad y descubrir todos los rincones interesantes que tiene esta cuidad por ofrecer. Ponemos rumbo a la medina, un laberinto de calles que parece detenido en el tiempo y donde encontraremos la mayor parte de los atractivos de la ciudad. Entramos por la Puerta Azul (Bab Boujloud), donde la fachada de azulejos nos da la bienvenida y enseguida tomamos la Calle Talaa Kbira, vibrante y bulliciosa una de las principales de la medina. Esta calle nos guía a través de tiendas de artesanías y puestos de especias hasta la Madrasa Bou Inania, una impresionante mezquita.
Seguimos de ruta por Talaa Sghira, otra arteria vital de la medina, hasta llegar a la Mezquita Al Karaouine. Aunque no podemos entrar, su presencia es un recordatorio del legado cultural de Fez. Cerca de allí, el Complejo Najjarine nos ofrece un vistazo a la vida cotidiana con su famosa fuente y el museo de carpintería.
La curtiduría Chouwara es nuestra siguiente parada, donde los colores vibrantes de los cueros tiñéndose al sol crean un espectáculo visual único. Mucho cuidado ya que se puede entrar gratuitamente en alguno de los edificios que tienen tejados con vistas a los teñideros. No os dejéis engañar y preguntad siempre y aseguraros que no hay que pagar nada pues habrá quien intente haceros pasar a sus casas para después cobrar una propina.
Después, visitamos la Madrasa Attarin, otro ejemplo de la exquisita arquitectura marroquí, y finalizamos nuestro recorrido en la Plaza Seffarine, donde los ecos de los martillos de los artesanos del metal resuenan como una melodía. Incluso nos encontramos unas personas tocando música y bailando creando una estampa bastante divertida a nuestros ojos.
Para cerrar el día, ascendemos a las Tumbas Meriníes. Desde esta colina, la vista de la medina es simplemente espectacular. Es un buen lugar donde ver el atardecer que se llena de turistas y locales a partes iguales. Tras la cena nos vamos a descansar pues mañana tenemos un largo día de coche!
DIA 4: Fez – Merzouga (Desierto)
Cuarto día de viaje por Marruecos y hoy nos toca un largo camino por carretera desde la histórica ciudad de Fez hasta las impresionantes dunas del desierto de Merzouga donde pasaremos la noche. Nuestra jornada comienza en Fez, la joya cultural de Marruecos en la que hemos pasado un día y medio, pero hoy no la visitaremos ya que hay unas 8 horas de camino hasta el destino y queremos llegar para el atardecer.
Tras un corto trayecto en coche, hacemos nuestra primera parada en Ifrane, conocida como la “Suiza de Marruecos” por su arquitectura alpina y su clima frío. Es un sitio curioso y en ningún momento parece que te encuentres en Marruecos, un oasis dentro del país. Es el lugar perfecto para disfrutar de un desayuno reconfortante antes de continuar nuestro viaje.
Seguimos hacia Azrou, a pocos quilómetros, donde nos espera una caminata por su famoso bosque de cedros. Es una buena idea hacer un paseo por aquí y, además, es relativamente fácil encontrarte a los monos que habitan esta zona.
Continuamos hacia el sur y haremos algunas pequeñas paradas para admirar el paisaje que nos brinda Marruecos pasando por las siguientes localizaciones destacadas: Midelt, un cruce de caminos entre el Atlas Medio y el Alto Atlas, Er-Rich, un pueblo con encanto propio. Nuestra siguiente parada es Er-Rachidia, antiguamente conocida como Ksar es-Souk, esta ciudad fue una base importante para la Legión Extranjera Francesa.
Seguidamente nos acercamos a Arfoud, conocida como la “Puerta del Desierto” y punto de partida de muchas excursiones al desierto. Antes de llegar a nuestro destino final pasamos por Hassilabied, un pueblo cercano a las dunas de Erg Chebbi.
Finalmente, llegamos a Merzouga, donde aparcamos el coche y quedamos con el personal que gestiona el campamento donde dormiremos esta noche. Nos vienen a buscar en un 4×4 y llegamos al campamento justo a tiempo para presenciar un atardecer inolvidable sobre las dunas de Erg Chebbi. Sin duda uno de los atardeceres más bonitos de nuestra vida. Por la noche se monta en el campamento una cena con los demás huéspedes y tocan música beréber en directo, la verdad que es una experiencia increible y super recomendable que terminamos apreciando las estrellas bajo la luz de la luna.
DIA 5: Merzouga (Desierto) – Valle de Dades
Despertamos con los primeros rayos de sol y nos preparamos para un quinto día de viaje por Marruecos. Tras contemplar un buen rato más la belleza de las dunas del desierto, ponemos rumbo de nuevo hacia nuestro coche. Nos acompañan en el mismo 4×4 de la ida hasta su ubicación.
Nuestra primera parada es Rissani, donde disfrutamos de un desayuno tradicional marroquí y damos una vuelta por el mercado para sumergirnos en la vida local. Venida a menos, Rissani es una ciudad de gran importancia histórica y cultural, conocida por ser la cuna de la dinastía alauita.
Continuamos nuestra ruta en coche, pasando por el palmeral de Jorf, famoso por sus exquisitos dátiles. El paisaje cambia a medida que nos adentramos en el corazón de Marruecos y vamos cambiando el árido desierto por verdes palmeras. Seguimos el camino y legamos a Tinejdad, una ciudad situada en la provincia de Errachidía, en la ruta de las kasbahs. Un lugar curioso que combina el color arenoso de las kasbahs con el verde de las palmeras.
Nuestro siguiente destino son las Gorges de Todra, un cañón rocoso espectacular ubicado en el lado este de las montañas del Alto Atlas y uno de los puntos fuertes del día. Los acantilados llegan a más de 100 metros de altura y caminar por el medio de este fenómeno natural nos produce una sensación increible.
Finalmente, nos dirigimos hacia el Valle de Dades para ver su famosa carretera en zigzag , cuyo camino recorremos en coche en subida y terminamos tomando un té con unas preciosas vistas en la cafetería que se encuentra en la parte alta de la carretera de curvas.
Tras observar desde aquí la caída del sol, tomamos el camino de vuelta por la misma carretera en zigzag. Cada curva revela una nueva vista impresionante del valle y cenamos y dormimos en Chez Ichou, un hotel en medio del valle al lado de la carretera que vale muchísimo la pena y cuya cena está para morirse de buena.
DIA 6: Valle de Dades – Marrakech
Despertamos con el amanecer en el Valle de Dades e iniciamos nuestra ruta hacia la vibrante capital, Marrakech. Nuestro primer tramo nos lleva por la carretera que bordea los Monkey Fingers, formaciones rocosas que se elevan como dedos apuntando al cielo, una maravilla geológica que nos recuerda lo interesante que es la naturaleza. En nuestra ruta pasamos por el lado de Boulmane y de Souk Lakhmis Dades. Pronto llegamos a Kelaa M’gouna, la puerta de entrada al Valle de las Rosas, donde los campos se tiñen de un rosa intenso y dando otro cambio sorprendente el paisaje de este país.
La siguiente ubicación que encontramos es Skoura, un oasis donde el tiempo parece haberse detenido y en el que hacemos una parada para visitat la Kasbah Amridil, una fortaleza de adobe que se alza imponente entre palmeras y olivos, testimonio la historia y la arquitectura bereber.
Llegamos a Ourzazate donde exploramos la Kasbah Taourit, una impresionante fortaleza que refleja la riqueza y el poder de antiguas tribus. Justo enfrente, descubrimos que se encuentra el Museo del Cine y decidimos dar una vuelta rápida, donde descubrimos decorados y piezas de famosas películas rodadas en la región. Si tienes tiempo es curioso de ver pero tampoco es un imprescindible.
No muy lejos, nos espera Aït Ben Haddou, un ksar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuyas torres y murallas de tierra nos transportan a otra época. En esta ubicación se han rodado numerosas películas, algunas tan conocidas como Lawrence de Arabia, La Momia, Gladiator o Babel, entre otras.
El viaje continúa hacia Marrakech, pasando por la Kasbah Telouet, un palacio que cuenta historias de gloria y decadencia, y ascendemos por el paso de montaña Tizi N’tichka, donde las vistas son simplemente impresionantes..
El camino a Marrakech es un desafío, con una carretera de montaña en obras que pone a prueba nuestra paciencia, pero tras un intenso día por fin llegamos a la capital de Marruecos. Dejamos el coche en el aeropuerto y nos dirigimos al hotel. donde nos espera una cena exquisita en el Restaurante La Ferme (también es un hotel aunque no es el nuestro).
DIA 7: Marrakech
Despertamos en la vibrante Marrakech, lista para ser explorada en nuestro séptimo día de viaje por Marruecos. La ciudad, con su rica historia y cultura, nos espera con sus zocos, palacios y jardines.
Iniciamos el día con un Free Tour matutino con una excelente guía local y con algún que otro sabelotodo en el grupo, lo habitual en estos free tours, vaya 😂. Nuestro recorrido comienza con la Mezquita Koutoubia, cuyo minarete de 77 metros es el punto de referencia de la ciudad. Luego, nos dirigimos al Parque Lalla Hasna, un pequeño oasis de tranquilidad en medio del caos. La siguiente parada es Bab Agnaou, la entrada a la kasbah real.
Caminamos por el Barrio la Kasbah, el barrio imperial lleno de historia, y luego por el Barrio de la judería, que refleja la diversidad cultural de Marrakech. La Place des Ferbantiers nos recibe con su bullicio y artesanía. Admiramos el Palacio Real desde fuera, un testimonio de la grandeza de Marruecos, y finalizamos la mañana en el Palacio de la Bahia, un ejemplo de la arquitectura marroquí. No podemos terminar el tour sin visitar una herboristería local para comprar especias exóticas. Hay de todo tipo y nos quedamos con unas picantes para cocinar que tienen muy buena pinta.
Para el almuerzo, nos deleitamos con los sabores locales en el Cafe des Epices, un lugar emblemático con vistas a la Plaza Rshba Kedima. Con energías renovadas, visitamos las Tumbas Saadíes, un lugar de descanso majestuoso para la realeza. Más tarde, hacemos una parada en el Café Clock, un espacio cultural en el Barrio de la Kasbah.
A medida que cae la noche, nos perdemos en la medina y los zocos, un laberinto de colores, olores y sonidos. La jornada culmina en la Plaza Jmaa el Fna, el corazón palpitante de Marrakech, donde la vida nocturna cobra vida con sus paradas y espectáculos. Para cerrar la noche, disfrutamos de una cena en el restaurante italiano Limoni, un oasis de calma y buena comida en medio del bullicio de la ciudad. Marrakech nos ha cautivado con su encanto y nos ha dejado un gran sabor de boca!
DIA 8: Excursión a las cascadas de Ouzoud
Iniciamos el penúltimo día de viaje por Marruecos, que comienza en la vibrante ciudad de Marrakech. Tras un desayuno tradicional , nos dirigimos hacia las impresionantes Cascadas de Ouzoud con una excursión de un día. Dudamos entre esta excursión o la del pueblo costero de Essaouira. Finalmente nos decidimos por las cascadas.
Nos recoge el min bus por la puerta del hotel y ponemos rumbo a Ouzoud. Los paisajes son bastante cambiantes y el viaje se hace ameno. Hacemos una breve parada en Ouled Khellouf, un lugar perfecto para estirar las piernas y tomar un breve desayuno.
Al llegar a las cascadas, nuestro guía nos conduce en una ruta por este espectáculo natural, desde lo alto de las cascadas hasta llegar a su base, por un camino estrecho lleno de monos. Tras observar la belleza del agua caer por el acantilado, nos subimos a un pequeño barco que nos acerca por el lago a la zona de la caída del agua para tener unas vistas únicas de las cascadas
Para el almuerzo, nos sentamos en un restaurante con vistas a las cascadas, donde saboreamos platos locales mientras contemplamos la caída del agua y hacemos un poco de tertulia con los compañeros del mini bus, que, por suerte, ¡son todos muy simpáticos! De regreso, hacemos una parada en Tamlalte, un lugar tranquilo para estirar las piernas y volver a montarnos en el mini bus que nos lleva a Marrakech.
Y para cerrar el día, como hicimos en el día de ayer, damos otro paseo por la medina de Marrakech y por sus zocos que no se que tienen pero te atraen a visitarlos y pasear por ellos. Como no, antes de cerrar el día, también volvemos a pasar por la plaza Jmaa El Fna, de nuevo llena de vida.
DIA 9: Marrakech – Barcelona
Hoy es nuestro último día de viaje en Marruecos, tierra de contrastes y colores vibrantes. Marruecos nos ha regalado momentos inolvidables, y aunque nuestro vuelo sale por la noche, aún nos queda un día lleno de actividades por hacer.
La mañana comienza con una dosis de adrenalina: una excursión en quad por el Palmeral de Marrakech. Más de 100.000 palmeras nos saludan mientras recorremos este oasis histórico. Tened en cuenta que os vais a llenar de polvo y arena… nos quedó la chaqueta guapa… 😛
Después de la emoción del quad, nos adentramos en el barrio Gueliz. Aquí, la modernidad se entrelaza con la tradición, Paseamos por sus calles, admirando la mezcla de arquitectura contemporánea y el estilo marroquí que caracteriza a esta zona nueva. El almuerzo lo disfrutamos en un restaurante occidentalizado, donde los sabores nos recuerdan a casa pero con un toque marroquí que también nos recuerda dónde estamos.
La tarde está dedicada a la belleza natural y la tranquilidad. Visitamos los Jardines Majorelle, un lugar donde el arte y la naturaleza se fusionan en perfecta armonía. Luego, nos dirigimos a los Jardines del hotel La Mamounia, un remanso de paz que ha sido testigo de la historia y la opulencia de Marrakech. Podéis entrar gratuitamente en los jardines indicando que queréis tomar un café dentro, y luego os dais una vuelta por los jardines. Finalizamos con los Jardins Secrets, un tesoro escondido que nos revela la magnificencia de la arquitectura marroquí, también muy recomendables.
Con el atardecer, nos dirigimos al aeropuerto, llevando con nosotros los recuerdos de un viaje que permanecerá en nuestros corazones. Marruecos, con sus paisajes, su gente y su cultura, nos ha cautivado.