Parque Nacional de Yala: Guía completa para el Safari

El Parque Nacional de Yala es uno de los destinos más populares y espectaculares de Sri Lanka. Se trata de una reserva natural que alberga una gran variedad de fauna y flora, incluyendo algunos de los animales más emblemáticos del país, como el leopardo, el elefante o el oso perezoso. En este post te contamos todo lo que necesitas saber para visitar Yala y disfrutar de un safari inolvidable.

El Parque Nacional de Yala se encuentra en el sureste de Sri Lanka, a unos 300 km de la capital, Colombo. Tiene una superficie de 979 km2 y se divide en cinco bloques, cada una con sus propias características y accesos. La zona más visitada es la número 1, que tiene la mayor densidad de leopardos del mundo. La zona 2 también está abierta al público, pero es menos frecuentada y ofrece una experiencia más salvaje. Las zonas 3, 4 y 5 solo se pueden visitar con permiso especial y están reservadas para la investigación y la conservación.

El parque tiene un clima tropical, con temperaturas que oscilan entre los 26 y los 30 grados centígrados durante todo el año. La mejor época para visitar Yala es entre los meses de febrero y julio, cuando hay menos lluvias y más posibilidades de avistar animales. El parque cierra durante el mes de septiembre por la temporada de monzones.

La forma más cómoda y rápida de llegar a Yala es en coche privado o en taxi desde Colombo o desde cualquier otra ciudad cercana. El trayecto dura unas cinco horas y media y se puede aprovechar para hacer paradas en lugares interesantes como Galle, Matara o Tissamaharama.

Otra opción es tomar un autobús desde Colombo hasta Tissamaharama, que es la ciudad más cercana al parque, y desde allí contratar un jeep o un tuk-tuk para llegar a la entrada. El viaje en autobús puede durar unas ocho horas y el precio ronda los 500 rupias (unos 2€).

La tercera opción y las más aventurera es llegar en tu propio tuk-tuk. Existen diferentes compañías en el país que alquilan estos típicos vehículos para hacer tu propia ruta por Sri Lanka. Son lentos pero muy divertidos de conducir.

La mayoría de los alojamientos para visitar Yala se encuentran en Tissamaharama o en sus alrededores. Hay opciones para todos los gustos y presupuestos, desde hoteles de lujo con piscina y spa hasta hostales económicos y acogedores.

Nosotros recomendamos en esta ocasión reservar algún hotel con piscina para poder relajarse tras el Safari, estoy seguro que lo vais a agradecer. Algunas opciones recomendables son:

El Parque Nacional de Yala es el hogar de más de 200 especies de aves y 44 especies de mamíferos, además de reptiles, anfibios, peces e insectos. Los animales más destacados que puedes ver en Yala son:

Leopardo: Es el animal más buscado y admirado por los visitantes. Yala tiene la mayor concentración de leopardos del mundo, con unos 30 ejemplares en la zona 1. Estos felinos son muy esquivos y difíciles de ver, pero con un poco de suerte y paciencia se pueden observar descansando en las ramas de los árboles o cazando a sus presas.

Elefante: Es el animal más grande y abundante del parque. Se estima que hay unos 300 elefantes en Yala, que se pueden ver en manadas o en solitario, caminando por la sabana, bañándose en los lagos o alimentándose de la vegetación.

Oso perezoso: Es el animal más raro y difícil de ver del parque. Se trata de una especie endémica de Sri Lanka, que se caracteriza por su pelaje negro y su hocico alargado. Estos osos son nocturnos y solitarios, y se esconden en las zonas más densas del bosque.

Cocodrilo: Es el animal más temido y respetado del parque. Hay dos especies de cocodrilos en Yala, el cocodrilo marino y el cocodrilo de agua dulce. Estos reptiles pueden alcanzar los seis metros de longitud y se pueden ver tomando el sol en las orillas de los ríos o lagos, o acechando a sus víctimas bajo el agua.

Búfalo: Es el animal más fuerte y agresivo del parque. Hay unos 200 búfalos en Yala, que se pueden ver en grupos o en solitario, pastando en la sabana, refrescándose en el barro o defendiéndose de los depredadores. Estos animales tienen unos cuernos curvos y una piel gruesa que les protege de las mordeduras.

Otros animales: Además de los mencionados, en Yala se pueden ver otros animales como ciervos, jabalíes, monos, mangostas, zorros, chacales, pavos reales, águilas, flamencos, pelícanos y muchas más especies.

El Parque Nacional de Yala se divide en cinco bloques, cada uno con sus propias características y atractivos:

ZONA 1: La más visitada del parque es la zona 1, donde se encuentra la mayor densidad de leopardos del mundo. También se pueden ver elefantes, cocodrilos, búfalos, osos, monos y una gran variedad de aves. A la zona 1 se accede desde la entrada de Palatupana, a unos 25 km de Tissamaharama.

ZONA 2: También conocida como Kumana, es famosa por ser un paraíso para los observadores de aves. Aquí se pueden avistar flamencos, pelícanos, cigüeñas, garzas y muchas otras especies. La zona 2 se accede desde la entrada de Okanda, a unos 80 km de Tissamaharama.

ZONA 3 (solo visita con permiso especial): Es la menos visitada y la más salvaje. Se accede desde la entrada de Galge, a unos 40 km de Tissamaharama. Aquí se pueden ver leopardos, elefantes, ciervos y jabalíes, entre otros animales.

ZONA 4 (solo visita con permiso especial): Es la más reciente y la más cercana a la costa. Se accede desde la entrada de Katagamuwa, a unos 15 km de Tissamaharama. Aquí se pueden ver cocodrilos, monos, pavos reales y algunas aves marinas.

ZONA 5 (solo visita con permiso especial): Es la más pequeña y la más tranquila. Se accede desde la entrada de Kataragama, a unos 20 km de Tissamaharama. Aquí se pueden ver elefantes, búfalos, ciervos y algunas aves.

Los precios de un safari en Yala dependen de varios factores, como el número de personas, el tipo de vehículo, la duración y la zona que se quiera visitar. Por lo general, los safaris se realizan en jeeps abiertos que pueden llevar hasta seis personas. Los precios suelen incluir el transporte desde y hasta el hotel, el guía-conductor, el combustible y las entradas al parque.

Los safaris se pueden hacer por la mañana o por la tarde, o bien durante todo el día. Los horarios del parque son de 6:00h a 18:00h. Un safari medio dura unas cuatro horas y cuesta entre $40 y $60 por persona. Un safari completo dura unas ocho horas y cuesta entre $70 y $100 por persona.

Nosotros recomendamos contratar el safari previamente en el mismo hotel donde os alojéis, suelen tener precios bastante competitivos y raramente os van a engañar. Otra opción si tienes más tiempo es en la misma ciudad de Tissamaharama buscar alguna agencia local que lo organice y comparar precios.

Para hacer un safari en Yala hay que tener en cuenta algunos consejos que harán que la experiencia sea más segura, cómoda y satisfactoria.

• Reserva con antelación: Los safaris en Yala son muy populares y hay mucha demanda, especialmente en temporada alta (de diciembre a abril). Por eso es recomendable reservar con antelación el safari que se quiera hacer.
• Elige bien el horario: Los mejores momentos para hacer un safari en Yala son el amanecer y el atardecer, cuando los animales están más activos y hay más posibilidades de verlos. El mediodía suele ser muy caluroso y los animales se refugian en las sombras.
• Viste adecuadamente: Para hacer un safari en Yala hay que llevar ropa cómoda y ligera. También es importante llevar un sombrero o gorra , gafas de sol, protector solar y repelente de insectos. Además, se recomienda llevar una chaqueta o un chal para abrigarse en las primeras y últimas horas del día, cuando hace más frío.
• Respeta las normas: Para hacer un safari en Yala hay que seguir unas normas básicas de respeto hacia el medio ambiente y los animales. No se puede salir del vehículo, hacer ruido, alimentar a los animales, tirar basura o fumar dentro del parque. Tampoco se puede usar flash ni drones para hacer fotos o vídeos.
• Disfruta del safari: Por último, lo más importante es disfrutar del safari y de la oportunidad de ver de cerca la fauna y la flora de Yala. Hay que tener paciencia y suerte, ya que no siempre se pueden ver todos los animales que se esperan. Lo mejor es dejarse sorprender por lo que ofrece la naturaleza y guardar un recuerdo inolvidable de esta experiencia.